Uno de los pasajes más conocidos en la Biblia se encuentra en Mateo 28:16-20. Este pasaje es comúnmente conocido como “La Gran Comisión.” Jesús nos ordena hacer discípulos entre todas las naciones. La palabra discípulo significa aprendiz o seguidor. A inicios de la era de iglesia, se les llamó “cristianos” a los seguidores de Jesús (Hechos 11:26). Por lo tanto, discípulo de Cristo o cristiano pueden considerarse como sinónimos.

Ahora bien, si los discípulos de Jesús estamos llamados a hacer más discípulos, ¿cuáles son los requisitos que deben cumplir los seguidores de Cristo? Jesús fue muy claro en definir el tipo de discípulos que desea. Por lo tanto, como cristianos debemos cumplir con las características que Jesús desea en sus seguidores. Además, debemos aclararles a las personas que quieran seguir a Cristo lo que Él espera de ellos. Según Jesús, para ser su discípulo es imperativo hacer lo siguiente:

1. Amar a Cristo sobre todas las cosas: “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí” (Mat. 10:37). Jesús desea nuestra completa devoción. Nuestro amor por Jesús debe sobrepasar al de cualquier persona sin importar que tan querido o querida sea. Para poder ser digno de seguir a Cristo es imperativo que uno lo ame (obedezca) en forma total.

2. Permanecer en las palabras de Jesús: “… Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos” (Juan 8:31). Para poder obedecer a Jesús es necesario que conozcamos sus mandamientos. Permanecer significa abitar o morar. El hábito de hacer las palabras de Jesús parte de nuestra vida cotidiana es un requisito para ser un verdadero seguidor de Cristo.

3. Negarse a uno mismo: “Si alguien quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo …” (Mat. 16:24). La frase “no se trata de mí” es apropiada para resumir la actitud de un seguidor de Jesús. Para ser un discípulo de Cristo es imprescindible renunciar a nuestros derechos y ambiciones para buscar solamente los de Él.

4. Tomar la cruz: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día …” (Lucas 9:23). La cruz era un instrumento de tormento y muerte. Jesús les pide a sus seguidores que cada día estén dispuestos a morir con tal de seguirlo. Ser un discípulo de Jesús implica un compromiso total. Para seguir a Jesús uno debe estar dispuesto a pagar cualquier precio y hacer cualquier sacrificio.

5. Seguir a Cristo: “Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” (Marcos 8:34). Cumplir con los deseos de Jesús debe ser el único propósito de sus seguidores. Seguir a Cristo significa obedecerlo en todo. El plan de vida es hacer solamente lo que Jesús ordena.

6. Renunciar a las posesiones: “cualquiera de vosotros que no renuncie a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo” (Lucas 14:33). Jesús les pide todo a sus seguidores. Mis posesiones ya no son mías sino de Jesús. Cristo no demanda solamente el diez por cierto de nuestros recursos, Él desea absolutamente todo. Sus seguidores son administradores de los bienes materiales, pero el verdadero dueño debe ser Jesús para que uno pueda ser su discípulo.

7. Amar a nuestros semejantes: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros” (Juan 13:35). La marca de los seguidores de Jesús es el amor que se profesan el uno al otro. Un discípulo de Cristo no se identifica con asistir a una iglesia, cargar una Biblia o usar cierto tipo de lenguaje sino por el amor a sus semejantes. Los seguidores de Jesús deben estar dispuestos a sacrificarse por otros al igual que Jesús lo hizo por ellos.

Los requisitos para ser un verdadero discípulo de Jesús o cristiano no han cambiado con el tiempo. Para poder seguir a Cristo debemos acatar sus condiciones ¿Qué clase de discípulo es usted?